martes, junio 13, 2006

REPERCUSIÓN DEL DESCUBRIMIENTO DE HUALGAYOC EN LA VIDA NACIONAL .



La mina más antigua registrada en Hualgayoc sería "Nuestra señora Pilar de Zaragoza" Por José de Casanova, según lo refiere Joaquín R. Iturralde, sin embargo la explotación la habría iniciado Rodrigo Torres de Ocaña,

Las múltiples vetas y el buen porcentaje de plata contenido por las piedras metálicas, en la década del 70 del siglo XVIII determinó una especie de fiebre minera, el crecimiento de trabajadores en condiciones de sobreexplotación y opresión, el surgimiento de centros poblados tugurizados, un activo comercio, el estancamiento y hasta retroceso de la agricultura y ganadería lugareñas, entre otros factores anotados por el obispo Martínez de Compañón y Ramón Iturralde.

Aproximadamente a los 11 años del inicio de la explotación minera de Hualgayoc, el obispo de Trujillo Baltasar Martínez de Compañón, se preocupa por resolver los problemas de los trabajadores, así se deduce del acta firmada en chala con los 33 mineros de Hualgayoc, menos cinco (Posiblemente los más grandes residentes en Cajamarca).

De dicha acta se desprende lo siguiente:

El Traslado de los centros mineros de Micuypampa. Purgatorio y la Punta a la campiña de pencaspampa como modo de resolver las deprimentes condiciones de vida de la población minera. Este planteamiento no fue aceptado por cinco mineros, los más grandes residentes en Cajamarca.

La asignación de mil mitayos procedentes de Cajamarca para los trabajos mineros. Posteriormente Martínez de Compañón propuso establecer una estancia de colonos donde alternarían su actividad minera con la agrícola. El acta estableció una jornada de trabajo de sol a sol para los operarios de minas o ingenios, deduciéndose que los mineros hacían trabajar entre 15 y 18 horas diarias.


La minería progresó grandemente gracias al sistema implantado por el régimen español, dentro de él encontramos a la denominada mita, es decir el trabajo forzado de la población indígena. Justamente este sistema de trabajo fue lo que causó una de las mermas poblacionales más crueles de la historia. En 1551 fueron empadronados 8 millones de indígenas y a 1572, apenas 21 años de transcurrido el empadronamiento, sólo existía un millón de indígenas. Según describe José Modesto Vega, a principios del siglo XIX la situación de los minerales de Hualgayoc es la siguiente:

"El cerro San Fernando de Hualgayoc, abriga en su seno 18 vetas reales, conocidas y laboradas sin considerar las 26 vetas, cuya calidad y ley se desconocen; alude también que hay muchas ramificaciones que salen de vetas reales que abrazan el interior del cerro. Tiene este cerro como mil bocaminas y piquetes ya pesar de esta multitud se puede asegurar que no se ha hecho más que arañar por las pajas"

A continuación de este gran cerro sigue la pampa de San Ignacio. Su circunferencia ocupa una legua y su diámetro una cuarta parte.

Esta Pampa es una veta de plata en toda su extensión, sólo se ve y se pisan vetas de plata. Luego se toca con otra nombrada Pampa de Nava. (de) igual extensión (que la anterior), Con las mismas calidades y riquezas. Hay muchas bocaminas en una y otra pampa, que actualmente se trabajan y otras muchas abandonadas. A un cuarto de legua que se baja de pampa de Nava. Se encuentra la veta colorada (En explotación). A su derecha (está) el cerro de la Izquinidad, con tres bocaminas, hacia el este y a distancia de tres cuartos de legua, (continúa el) cerro Piedras Gordas, que todo es plata.

Bajando por la parte del Purgatorio se encuentran (n) las vetas pavonadas "Santo Cristo" (y) los negros (todos en explotación) Extendiéndose las vetas por zonas vecinas inclusive al otro lado del río LLaucano.