sábado, noviembre 18, 2006

HISTORIA



ETIMOLOGÍA DE HUALGAYOC Según el español Joaquín Ramón de Iturralde en el año 1772 sostiene que la etimología de Hualgayoc en el idioma del país, convergen todos, en que el pico más alto es el que verdaderamente se llama Gualgayoc, que quiere decir cerro con gargantilla y según él mismo explica a la verdad lo parece por estar rodeada su falda de infinitos farallones o peñas. Otra traducción que se le asigna al mineral es la de Gargantilla de plata, por la misma razón que la citada anteriormente. Así mismo refiriéndose a la etimología de micuypampa dice: En el mismo idioma Micuy asume el significado de víveres, porque aún siendo corto el llano, llaman pampa, así deduce que su significado contextual era el de Paraje de los Víveres a donde realmente va todo.
Hualgayoc pues, como provincia en su conjunto tiene una basta historia pre- inca que probablemente fue deteriorada con el ingreso de los españoles a estas tierras. El descubrimiento de un yacimiento aurífero a dos siglos de la llegada de los españoles al Perú, marcó uno de los hitos más importantes de la vida económica del norte del virreinato. El descubrimiento tomó grandes magnitudes. Los españoles tomaron medidas inmediatas para la explotación del yacimiento y el cerro principal de aquella incipiente urbe, denominada Micuypampa, fue rápidamente perforado por la minería incipiente de aquellos días.
El contexto en que se presenta aquel descubrimiento es muy cambiante a la fecha actual, pues la demarcación política de la época se presentaba de un modo distinto a la actual demarcación.
MICUYPAMPA En la época en que aún la presencia española no había llegado por esta zona, un pueblo pequeño y tímido se alzaba en el Hualgayoc actual, un pueblo poblado de pequeñas casas de barro e ichu que era una especie de tambo, pues la denominación exacta que corresponde a este nombre es el de "Pampa de los víveres" en ella se almacenaban productos agrícolas cultivados en las partes más altas, cultivos que constituían una reserva económica, tan bien enmarcada en la época propia del incanato.
Pero también se hacían labores de minería que constituían una manera de producir el metal tan usado en las artes religiosas en aquellos tiempos. Estas labores mineras, que eran rústicas, producían sin embargo una cantidad importante del precioso metal aunque con procesos ya hoy extintos. La minería pues, no era nueva para la zona dotada por la naturaleza generosamente de minerales.
PURGATORIO El purgatorio fue un pueblo existente en una hondonada a las faldas del cerro Hualgayoc. El nombre estaba estrechamente ligado al significado real del mismo. Un socavón existente en las inmediaciones, cuya temperatura interior era muy elevada le dio el nombre al poblado, se menciona que el calor era tal dicho de tal socavón que era un verdadero Purgatorio. El poblado era de precaria construcción, con techos cubiertos de paja. Las casas constituidas en su mayor parte por madera y barro estaban adosadas al mismo cerro. Sus calles eran empinadas y estrechas, llenas de graderíos y caminos empinados, dos puentes sobre el río Hualgayoc unían los flancos de las faldas. Una iglesia en una de las pocas planicies que en este pueblo se existía era el centro de adoración de una efigie de la Virgen del Carmen, llamada también la Purgatorina por haberse constituido como la imagen central de los santos oficios de aquel asiento minero.
LA PUNTA O MIRAFLORES Es el tercer poblado ubicado en el mismo cerro Hualgayoc. Paralelo en el tiempo y espacio de aquella época. Fue un poblado de menor importancia, sus casas eran de similar estructura que el del anterior, la actividad única y principal fue la minería. Los tres poblados, por las características geográficas de la región eran lugares tugurizados de estrechas calles empedradas.
GEOGRAFIA POLITICA DE HUALGAYOC En la colonia formó parte de la provincia y luego del partido de Huambos. Su creación fue en el proceso de la independencia, integrando la provincia de Chota, de la que se desligó por ley del 24 de agosto de 1870 para constituir la provincia de su nombre. Está situado en un pequeño vallecito alto andino, formado por el río de su nombre o río Layo, y rodeado por los cerros san José, María y Santo Cristo, a una altitud de 3502 m.s.n.m (3515), 6º 45´42" de latitud S. y 78º 36´21" de longitud occidental. Sus antecedentes se remontan al último tercio del siglo XVIII, cuando se constituyeron los poblados mineros de Micuypampa, Purgatorio y La Punta Los techos de paja y precariedad de las construcciones motivaron los incendios de Micuypampa el 13 de febrero de 1798 y de Purgatorio el 13 de junio de 1856, según se refiere murieron por lo menos treinta personas y se destruyó la mayoría de las casas. Reubicándose en el lugar actual que también sufriría un incendio el 28 de agosto de 1928. La condición de ciudad y ciudad capital provincial ha sufrido una línea de vaivenes a merced de los intereses de la burguesía foránea y de los políticos nativos al servicio de las clases dominantes. Entre 1834 y 1861 fue capital de la provincia de Chota. Al crearse la provincia de Hualgayoc (1870) se constituyó en su capital, hasta que Odría por ley 11297 del 10 de marzo de 1950 trasladó la capital provincial al pueblo de Bambamarca, quedando el pueblo de Hualgayoc sólo como capital distrital.

GALERIA DE FOTOS

"La Chimenea" Monumento histórico del pueblo Hualgayoquino en donde se fundía el mineral. Vestigio del pasado. Declarado como patrimonio de Hualgayoc.
Antigua casona Hualgayoquina ubicada a la salida del pueblo, en el camino rumbo al cementerio.
Coso Taurino y Campo deportivo, al fondo camino que se dirige a la Boggio

Actual cementerio de Hualgayoc. En Hualgayoc se han descubierto seis cementerios contabilizando el presente, fue un pueblo circundado por la muerte.

martes, junio 13, 2006

UBICACION


Provincia peruana. Es una de las trece que conforman la Región Cajamarca. Limita al norte con la provincia de Chota, al este con la provincia de Celendín, al sur con la provincia de Cajamarca y la provincia de San Pablo, y al oeste con la provincia de San Miguel y la provincia de Santa Cruz. La provincia tiene una extensión de 777.15 kilómetros cuadrados y se divide en tres distritos. Sus distritos son: Hualgayoc, Bambamarca y Chugur. La capital de la provincia es la ciudad de Bambamarca. Esta Provincia tiene una población aproximada de 80.000 habitantes. Es importante aclarar que la Provincia se llama Hualgayoc y no Hualgayoc - Bambamarca como algunos han venido proponiendo y escribiendo en la última década.

FRAGMENTO DE LA CARTA DE JAIME MARTINEZ DE COMPAÑON

(Baltasar Jaime Martinez Compañón)

Jaime Martinez de Compañón, obispo trujillano, realizó en 1783 un viaje al Mineral Hualgayoc. Remitió entonces una carta al virrey de la época, dando cuenta del ruinoso estado en que este Cerro Mineral se encontraba. La carta es un testimonio de lo clasista que en esa época era la sociedad de la colonia. Aquí un fragmento del valioso documento.
SOBRE EL RUINOSO ESTADO DE LAS MINAS DE HUALGAYOC Y MODO DE RESTABLECERLAS


Baltasar Jaime Martínez Compañón y Bujanda

Al Virrey don Teodoro de Croix de Hochin Longastre

Trujillo, 29 de mayo de 1786

Excelentísimo Señor:

Muy señor mío. Habiendo llegado al mineral del cerro de Gualgalloc el veinticuatro del mes de octubre el veinticuatro del mes de octubre del año pasado de ochenta y tres, en prosecución de la visita general de mi o0bispado, que acabo de hacer; después de instruirme del estado de la disciplina y costumbres de sus moradores, procuré reconocer por mí mismo la situación material de las tres poblaciones nombradas Micuypampa, el Purgatorio y la Punta, que hay en dicho cerro construidas y el orden, disposición y estructura de sus calles, casas y edificios, según y como lo he practicado con todos los pueblos de la diócesis, que dejo visitados.
Hecha esta diligencia pasé sucesivamente a indagar el número de minas que había descubiertas y el de las que por entonces se trabajaban, el orden y método de su labor, la diversidad de metales y su respectiva ley y la forma y modo de su beneficio, sin omitir ninguna de aquellas especulaciones ni averiguaciones que me parecieron oportunas para radicalmente instruirse de todos y de cada uno de dichos artículos y de los que con ellos pudiesen tener alguna conexión o relación.

Y como por todo, así por los oficios de mi visita como por la inspección o reconocimiento ocular que hice de dichos lugares y por los informes que recibí sobre los puntos a donde no podía extenderse mi visita, hubiese llegado a persuadirme que en dicho mineral apenas había cosa que estuviese en su lugar y con el orden que debía y que lo más y casi todo estaba desconcertado y pedía una seria y eficaz reforma; sobre este concepto expuse abiertamente y con toda sinceridad a aquel alcalde mayor don José Judas Vigil y a todas los dueños de minas que me hicieron el honor de visitarme, lo que me pareció más conducente en el asunto, estimulándolos al mismo tiempo a que meditasen y reflexionen seriamente la materia y todos sus incidentes, y procurasen desde luego cortar el grave y casi general desarreglo que en la dirección de dicho mineral y laborío de sus minas se notaba antes que a mayor costo de sus conciencias, de su reputación y de sus fortunas llegase el desorden a tomar mayor cuerpo y tal que cuando quisiesen volver en sí, ya no se pudiese remediar.

Las cuales insinuaciones hicieron tan eficaz impresión en el ánimo de cada uno de ellos, que primero dicho alcalde mayor y después dichos dueños de minas me hicieron presente que habían determinado hacer una junta general y conferir y tratar en ella sobre los puntos que yo les había indicado y los demás que pareciesen oportunos y con vivas y repetidas instancias me pidieron que la presenciase, exponiendo que estimaban ser este el único medio que todo se ordenase y arreglase cumplidamente, como era de desear.

A cuya solicitud tuve por conveniente acceder, y a su consecuencia asistí a dos juntas que se tuvieron en el ingenio de Chala, sita a las riberas del río Llaucán y como tres leguas y media distante de dicho mineral el día veintiocho de dicho mes, una por la mañana y otra por la tarde, a que concurrieron treinta y tres individuos de dicho gremio.

De las que en la primera hice ante todas cosas presente a dicha junta el discurso que me pareció más oportuno para hacerle ver la gravedad de la materia y su importancia, el estado ruinoso del mineral en todos sus aspectos y como si el cáncer no recortaba iría creciendo cada día más el mal hasta acabar de todos modos con el cuerpo, y finalmente la atención, imparcialidad y puntos que se propusiesen, añadiendo que no les debía parecer extraño ver a un obispo en aquel congreso aún cuando no hubiesen intervenido ningunas insinuaciones ni instancias para ello, lo uno porque apenas se trataría punto alguno que de uno u otro modo no conspirase a reformar la libertad de conciencia y e costumbres, con que en dicho mineral se vivía, ya cortando ocasiones y motivos de pecados y escándalos entres sus vecinos y moradores, ya promoviendo los medios de establecer y perpetuar entre ellos aquella buena correspondencia y oficiosidad con que mutua y recíprocamente debían tratarse, sin ofender ni agraviar los unos a los otros en los derechos que respectivamente les correspondiesen según su jerarquía y representación..
Y por otro lado porque los obispos por serlo no dejaban de ser vasallos de sus soberanos y miembros de sus estados, ni estaban dispensados de ejercitar con todos los prójimos, especialmente con sus diocesanos y corregnícolas las obras de misericordia, tanto las espirituales como las corporales, a proporción de las necesidades que se les presentasen y de su respectivo talento caudal y fuerzas, dándose por prueba de esta verdad lo que uno de sus soliloquios se decía a sí propio el emperador Marco Aurelio, a saber: ? Tú eres el hombre, tú eres ciudadano del mundo, además de esto concurren en ti otras relaciones y vínculos dignos de ser atendidos porque eres senador romano o estás constituido en otra dignidad; eres hijo o padre de familia o marido; piensa, pues, seriamente sobre aquello a que te obligan estos nombres y procura no deshonrar ninguno?

Sobre estas advertencias pasé a proponer aquellos puntos que me parecieron más esenciales para el restablecimiento o mejor arreglo de dicho mineral, a cada uno de por sí en aquel lugar que por su naturaleza o circunstancias le correspondía, a los que por alguno de los concurrentes se añadieron diferentes otros que yo había omitido, unos por haberme parecido poco favorables o menos necesarios o impertinentes a los fines de la junta y no tan líquidos otros que pudiesen tomarse acuerdo sobre ellos sin algún escrúpulo. Que juntos componían todos el número de trinta y dos, sin incluir en el nombramiento de diputados y de protector del gremio. Y así propuesto por uniformidad de votos, se acordó sobre todos y cada uno de ellos en substancia lo siguiente:

Primero: Que se transplanten las poblaciones de Micuypampa y Purgatorio a la pampa de Bambamarca, distante como tres leguas del mineral, sobre el río de Llaucán, y que en ella se establezca el real de minas de Gualgalloc con el nombre de los dos Carlos, comprándose el terreno a justa tasación a sus dueños.

Segundo: Que ha dicha pampa se le de el agua necesaria para la nueva población que se construya por carecer de ella.

Tercero: Que en el paraje más acomodado de dicha pampa se construya la correspondiente iglesia con más una casa para sus curas y otra para los alcaldes mayores y una cárcel de seguridad firmeza.

Cuarto: Que el resto del terreno se reparta entre los individuos del gremio a discreción de sus alcaldes mayores y diputados con respecto a las circunstancias de cada una de las familias.

Quinto: Que todo minero pueda construir a la boca de su mina los ranchos necesarios para su habitación y la de sus operarios, demoliéndose cuantos edificios hay construidos en los cerros nombrados Micuypampa, Purgatorio, y la Punta, sin permitirse que en lo sucesivo se construya alguno.

Sexto: Que se pida a su majestad una caja de rescate de su cuenta a donde se lleve toda la plata piña que produjere el mineral pagándose a razón de siete pesos un real por marco.

Séptimo: Que dichos pesos un real sólo se entreguen al vendedor seis pesos siete reales, quedando en poder del administrador de dicha caja de rescate los dos reales restantes, con cargo de entregarlos al fin de cada mes al alcalde mayor y diputados en presencia del escribano, obligándose el gremio a concurrir con la gratificación que corresponda a dicho ministro por su trabajo.

Octavo: Que dichos dos reales se depositen en una caja de fondo particular el gremio, con destino a los gastos para que se consignasen.

Noveno: Que dicha caja se coloque en la casa de los alcaldes mayores y que poniéndose cuatro llaves, una tengan estos, dos los diputados y la cuarta el escribano.

Décimo: Que dicha caja se paguen cinco mil pesos anuales a dichos alcaldes mayores, con tal que la alcaldía mayor se separe del corregimiento de Cajamarca.

Undécimo: Que dichos alcaldes mayores no puedan percibir ningunos derechos por ningunas de las actuaciones de oficio.

Duodécimo: Que se paguen así mismo de dicha caja de seiscientos pesos anuales al medidor y veedor mayor y quinientos a su segundo, bajo de la condición de que no puedan tener comercio de metales ni ninguno otro por si ni por interpósita persona.

Décimo tercio: Que dichos medidores sean nombrados por el alcalde mayor y diputados y diputados y también remitidos cuando hubiese causa para ello.

Décimo Cuarto: Que se solicite se conceda al nuevo real de minas escribano separado de los de Cajamarca y su provincia, y que el alcalde mayor y diputados puedan nombrar a cualquiera escribano real contribuyéndose al que se nombrase con seiscientos pesos anuales por las actuaciones de oficio.

Décimo quinto: Que el resto del producto de dichos dos reales haya de servir para habilitación de mineros a discreción de dicho alcalde mayor y diputados.

Décimo sexto: Que ninguna cantidades entregue con título de habilitación sino bajo el correspondiente instrumento de obligación, y la condición de que no devolviendo el habilitado al plazo que se hubiese señalado, salvos sus alimentos, pueda el gremio hacerse cargo del laboreo de sus minas hasta quedar íntegramente cubierto de su crédito.
Décimo séptimo: Que se solicite la gracia, de que a dicho mineral se señalen mil mitayos fijos de la clase de mixtos quinteros libres de la Provincia de Cajamarca, obligándose el gremio, para facilitar más su logro de contribuir con dos mil pesos anuales a beneficio de las dos casas de educación de cholos y cholas de este Obispado, si se fundasen; y en su defecto, para el seminario de Operarios eclesiásticos. De Cajamarca: Y por el de este a favor de cualquier otra obra pía dentro de la diócesis a disposición de su prelado.

Décimo octavo: Que el Ministro a quien su majestad confiase la incumbencia de los rescates corra con la venta de azogues, y que esta no se haga sino a solo los mineros, que efectivamente laborasen alguna de sus minas.

Décimo nono: Que el alcalde mayor y sus diputados vean, si los corregidores de Lambayeque y Guamachuco quieren obligarse a surtir de sales al mineral por cuatro pesos cuatro reales carga de diez arrobas veinte libras.

Vigésimo: Que no conviniéndose a ello por dicho precio pueda aumentar este en cuatro reales en carga; y aún así no se allanaren, dicho alcalde mayor y diputados informen a la Superioridad con expresión de costo, y costo de las sales de una y otra provincia, para que facilite se haga dicha provisión por dicho precio, o el que su justificado arbitrio consignase.

Vigésimo primo: Que se solicite de la superioridad el permiso de que cada uno de los mineros pueda privativamente proveer a sus operarios, y sus familiares de sustento, y de vestuario con exclusión de cualquier otra persona.

HISTORIA DE LA VIRGEN DEL CARMEN DE HUALGAYOC

(VIRGEN DEL CARMEN DE HUALGAYOC)
La efigie de la Virgen del Carmen se remonta a treinta años del descubrimiento del primer Yacimiento minero. La tradición oral sostiene que a pocos años de construida la nueva población de la ciudad del Purgatorio los mineros purgatorinos encargaron a España por una imagen de la Virgen María para erigirla como su patrona. Pero transcurrieron muchos meses y esta no llegaba. Esta tradición respaldada por documentos de la época cuenta que hallándose alarmada la población por la presencia de cangalleros que asaltaban en despoblado a los arrieros que traían a lomo de mula el azogue destinado a las usinas de amalgamación o llevaban plata piña que enviaban los mineros a la costa para su traslado a España se formó, ha pedido de los vecinos una guardia Cívica para defenderse de los depredadores y custodiar el orden público. Se cuenta que una noche llegó al pueblo un indio mitayo con la novedad de que en las alturas del purgatorio, en la meseta llamada la Cortadera, habían acampado individuos sospechosos.
Avisadas las autoridades del lugar, Don Juan Manuel Gálvez Paz, alcalde de minas por aquel año y el alguacil mayor don Diego de segura y Ordóñez, a cuyo mando inmediato se hallaba la Guardia cívica reunieron a los vecinos hábiles para empuñar armas y se dirigieron al lugar mencionado para practicar las investigaciones del caso. Llegando a la Contadera avistaron una hoguera alrededor de la cual se calentaban varias personas del frío reinante. Más allá había varios mulos pastando en la grama natural y de los cuales, se habían ya descargado varios bultos que se podían apreciar al resplandor de la hoguera. Más que ladrones parecían simples trajinantes de paso por aquellas alturas. El jefe de los expedicionarios se presentó a la autoridad y cortésmente dijo que formaban una caravana de negociantes que iban de paso, probando que se trataba de gente pacífica. Sospechando sin embargo, de que fueran contrabandistas, el señor alcalde ordenó a los viajeros que se constituyesen en el Purgatorio y mostrasen lo que llevaban en los bultos.
Los desconocidos no se opusieron. Depositados los bultos en el salón del ayuntamiento, en presencia de las autoridades y vecinos notables, los fueron abriendo y registrando uno a uno. Entre estos había una caja larga de gruesa madera de pino, muy pesada, que llamó mayormente la atención de los circunstantes. El jefe de grupo de los trajinantes pidió al alcalde que no abriera dicha caja porque contenía reliquias destinadas a un noble de la región, más la autoridad abrió la caja. . Al quitar la tapa se dieron con una pieza de brocado de seda apareció una bellísima imagen de la Virgen María. Justamente la imagen que los Hualgayoquinos buscaban para erigirla como su patrona. En esta instancia, casi a filo de la medianoche, se requirió la presencia del párroco, fray Gregorio López de Valera y, puestos de acuerdo la autoridad civil y eclesiástica, con los demás vecinos, en su mayor parte acaudalados mineros y comerciantes, propusieron a los forasteros la compra de la efigie, más estos se negaron diciendo que ellos tenían el encargo de entregar dicha imagen a un noble español residente en una parroquia lejana, cuyo nombre no quisieron dar y a dónde se dirigían. Pero los purgatorinos no cejaron en su empeño y tras largas deliberaciones lograron convencer al jefe de la caravana, quien al fin, cedió a cambio de que los purgatorinos pagasen como precio el peso de la imagen en monedas de oro. Adquirida a este precio, Fray Gregorio ordenó que se la llevase procesionalmente desde el Cabildo hasta el recién construido templo, bendiciéndola tras celebrar una solemne misa, bajo la advocación de la Virgen del Monte Carmelo y erigiéndola, desde ese instante en patrona del asiento. (Tomado de: Noé Zúñiga Gálvez, "El socavón Compactado")

ESCTRUCTURA SOCIAL DE HUALGAYOC

 (HUALGAYOC 1890)

ESTRUCTURAS SOCIALES DE LOS PUEBLOS MINEROS

La invasión española se produce por gente con modestas expectativas sociales, Francisco Pizarro, el conquistador fue en su natal Trujillo (España) un porquerizo, analfabeto por añadidura y de escasos escrúpulos. Pero la tragedia no se reduce a una invasión brutal donde todos los elementos culturales del imperio Inca fueron diezmados hasta su extinción, sino que la tragedia real esta definida por que esa cuadrilla de malhechores y delincuentes que arrasan con el Tahuantisuyo no fue la que dominó ni reinó en los asientos mineros, sino que fue lo más selecto de aquellos bárbaros los que fueron a trabajar en los yacimientos mineros. Los personajes españoles obviamente limitaban sus actividades a descubrir el yacimiento, solicitar cierto número de indígenas de los Partidos y empezar las labores mineras a costa de las vidas de cientos y miles de indígenas que trabajaban de sol a sol. La concepción social de la época permitía esos abusos inhumanos, el indio era visto como un animal y todas las crónicas de la época se refieren a él como un ser despreciable de no mayor valor que el podría ofrecer con su fuerza bruta. Martines de Compañón, Obispo de la Diócesis de Trujillo que en aquellos tiempos realiza una visita al real Hualgayoc, se refiere a los indígenas como seres de un valor distinto al de los españoles y a los que obliga a trabajar en los socavones en un promedio de doce a quince horas. Antonio Raymondi, en sus cuadernos de su célebres viajes En tiempos en que el Perú ya era una República, (el viaje de Raymondi es en 1857) los tilda de seres casi irracionales, peligrosos, ladrones y de moral denigrante.

Cuando los primeros yacimientos son descubiertos en Hualgayoc, los beneficios que la corona obtenía eran grandiosos, es por eso que había un magnánimo interés en que la explotación se de con premura.

Los primeros mineros se afincaban en las inmediaciones de los socavones, como lo hubieran hecho los pastores alrededor de sus pastizales y rebaños. Esta es la causa que tanto cuesta entender a cierto grupo de mineros. Cuando Martínez, el obispo, sugiere que Hualgayoc sea reubicado en la pampa de Pencaspampa. Petición que sería rechazada por la oposición de los cinco mineros más prominentes de la época. Carecía de lógica trasladar a un pueblo minero a una distancia tan larga en una época en que los medios de transporte se limitaban a simples acémilas de carga. Las ligeras construcciones se reducían a chozas cubiertas de ichu? construcciones de adobe y madera? sólo algunas construcciones eran más sólidas, las que pertenecían a los dueños de los yacimientos. Por lo escabroso de la Geografía era aprovechado cada espacio plano que se encontraba en el cerro. El río bifurcaba el poblado y eran salvadas las aguas con dos puentes de madera

La cultura impartida en esos lugares era nula, las escuelas no llegan sino, con la República, los medios de impartir educación estaban restringidos en las ciudades importantes y solamente para los hijos y familiares de las autoridades importantes de aquella época.

PERSONAJES ILUSTRES

(Oscar Imaña de terno crema, junto a él Vallejo, Orrego, Victor Raul)

OSCAR IMAÑA SANCHEZ Nació el 19 de setiembre de 1893 en la ciudad de Hualgayoc. Poeta y abogado desde 1919. Profesor del colegio nacional San José de Chiclayo en 1920.Publicó sus primeros versos siendo estudiante universitario en Trujillo en diarios y revistas de esa ciudad y de Lima. Perteneció al grupo "Renovador y Bohemio" formado en torno al diario El Norte, que dirigían José Eulogio Garrido y Antenor Orrego, con César Vallejo, Alcides Spelucín, Macedonio de la Torre y otros. En 1915 la universidad de la Libertad organiza los juegos florales. Oscar Imaña obtiene como premio la flor natural por su composición "Canto a la Primavera" (20 estrofas de seis versos alejandrinos) En 1916 la prestigiosa revista "Variedades" de Lima publica el poema de Imaña titulado "Paisaje Triste" Igualmente por aquel tiempo publica otras composiciones poéticas en "La Reforma" de Trujillo. El año de 1917 fue de mayor actividad literaria en Trujillo. Oscar Imaña se entrega a una vida más dinámica en la creación poética, junto con Vallejo, Spelucín, Espejo Asturizaga, Sandoval, Eloy Espinoza, Esquerre, Alva, Carmen Rosa Ribadeneyra, Macedonio de la Torre y otros. El sábado 23 de junio de 1917 se inician los sábados literarios de "La Reforma", en los que colabora Oscar Imaña. En el primer número Vallejo se hace presente con dos poemas: "Para el alma imposible de mi amada" y "Tálamo eterno". Vallejo y oscar Imaña cultivaron una íntima amistad, no sólo vivieron inquietudes artísticas afines, sino que compartieron fraternalmente preocupaciones familiares y personales. He aquí una carta elocuente.
CARTA DE CESAR A VALLEJO A OSCAR IMAÑA
Trujillo, 12 de febrero de 1921 Oscar: Te pongo estas líneas todavía desde la cárcel, que te parece, yo hubiera querido escribirte anunciándote ya mi libertad, pero estos abogados!? Sé que ya estás en Pacasmayo y todavía sé que vas a darte tu salto de un momento a otro por aquí. Ojalá así sea y que me sea dado ir a Salaverry a tenderte mis brazos. Dos fiscales ya han opinado por mi libertad, y sin embargo la corte aún no se pronuncia sobre mi situación.- Ni porque Morales forma parte de la sala.- El tinterillaje es cosa más que endiablada. Tú puedes imaginarte como la pasaré ahora. A veces me falta paciencia y se me oscurece todo; muy pocas veces estoy bien.- Llevo ya cerca de cuatro meses en la prisión y han de flaquear ya mis duras fortalezas. Recibimos el memorial de las damas de Chiclayo.- Hoy hago un telegrama a la señora de Cornejo. Expresándole mis agradecimientos por tan simpático gesto. En mi celda leo de cuando en cuando, muy de breve en breve cavilo y muerdo los codos de rabia, no precisamente por aquello de honor, sino por la privación material, completamente material de libertad animal.- Es cosa fea ésta, Oscar. También escribo de vez en vez, y si viene a mi alma algún aliento dulce, es la luz del recuerdo "¡Oh el recuerdo en la prisión! Cómo le llega y cae en el corazón y aceita con melancolía esta máquina ya tan descompuesta" No sé que harán de mí estas gentes. Ya veremos. Tu hermano: César. Ejerció la magistratura de primera instancia desde 1919. Entre algunas de sus publicaciones figuran "La canción de eva" Juez de primera instancia en la provincia de Hualgayoc, vocal de la Corte superior de justicia de Cajamarca en 1958. Sus poemas de variada temática, permanecen inéditos: "¡Oh Juventud!" (1916) "Crepuscular" (1916) dedicado a J. Domingo Parra del Riego, ¡Oh que dulce ebriedad! (1917), "El pozo enfermo" 1918, "Te vi pasar" (1917), "Esperanza" (1917), "Gonzáles Prada" (1918), "La siembra" (1919), "Las manos invisibles" (1919) "Habrá muerto" (1919) "Te digo que has pecado" (1921) "Pero tal vez mañana" (1921) "Ayudemos a Dios" (1922), "¡Oh señor!" (1923) "Qué hice pues" (1923) "Hay un pozo vacío" (1924), "Raíces negras" (1924) "Padre nuestro" s/f, "La última romántica" (1951) "Yo no sé" (1956), "Se aproxima ese día" (1962), etc.

JOAQUIN BERNAL ARANA

Nació en Hualgayoc, fue hijo de Manuel Bernal y de Juana Arana, tuvo una sólida posición económica. Realizo estudios en el colegio Guadalupe de la ciudad de Lima, egresando de sus aulas en 1852. De regreso a Hualgayoc acrecentó la fortuna de sus padres en actividades mineras y comerciales. Se casó con doña Rosalía Matute, quien muriera tempranamente. Cuando se declaró la guerra con Chile en 1879. Puso su fortuna y dinero al servicio de la patria, organizó un batallón al que dio armas y uniformes y lo condujo a la ciudad de Lima. Dejando su pueblo, familia y negocios. El batallón que Bernal formó tuvo el nombre de Libres de Cajamarca Nº 21 el cual estaba encuadrado en el ejercito del norte que, conformaban cinco divisiones, distribuidas en dos cuerpos. El comandante en jefe del ejercito del norte era el general Ramón Vargas Machuca en cuyo estado mayor actuaba el coronel provisional Guillermo Billinghurst, quien sería con el correr de los años presidente de la República. Joaquín Bernal, como otros ciudadanos defendió Lima. Luchó en la primera línea en la batalla de San Juan el 13 de enero de 1881 y en medio del fragor del combate una bala le taladró el cráneo, no murió de inmediato, el 16 de febrero de 1881 se presentó el notario Felipe S. Vivanco, ante él Bernal expuso su última voluntad en su casa número 322 de la calle Boza de la ciudad de Lima, eran las tres de la tarde, Bernal no podía firmar, pero declaró que nombraba como albacea, curador y tutor de sus menores hijos: María Angela, Rodolfo y Margarita, a don José Manuel Osores; testigos de este testamento fueron , José Lino Matute, Santiago Chaparro, Juan Vargas y Agustín Gamarra, el 17 de febrero después de haber sufrido la terrible operación del trépano dejó de existir. Tenía 45 años de edad, su partida de defunción está inscrita en La Parroquia de los Huérfanos, libro Nº 1, folio 181. En alguna ocasión sirvió a la patria como representante del congreso, cuando actuó como diputado de minas. También se desempeñó como subprefecto de Hualgayoc, "El pueblo donde he nacido" como cita textualmente en una de sus correspondencias con el prefecto del departamento,

Los restos del coronel Joaquín Bernal se encuentran en el nicho número 18 de la Cripta de los Héroes. Una calle de Lima y otra de San Juan de Miraflores llevan su nombre. Además de un colegio estatal.

Pero Bernal enmarca una época de la historia, minero prominente, hombre respetable, padre abnegado, peruano a carta cabal que no dudó más de una vez en poner su fortuna al servicio de su pueblo y de la patria, del Perú que no pudo concebir como una nación invadida.

Durante el periodo que Bernal sostuvo correspondencia con la prefectura de Cajamarca quedó testimonio de la personalidad de este hombre que también al igual que otros personajes ilustres de su época, fueron testigos de los problemas de su pueblo. Testigo de las injusticias y de los desatinos políticos. Nunca permaneció inerte ante los abusos cometidos con su pueblo, prueba de ello son las cartas que dirigía con propuestas de interesante factura.

En la ciudad de Hualgayoc, capital de la provincia de su nombre, en el departamento de Cajamarca, reunidos los ciudadanos que suscribimos en casa de don francisco Javier Odiaga y teniendo en consideración: Primero: En la rectitud, integridad e ilustrado juicio del Benemérito Señor Coronel Prefecto ha accedido a nuestro pedido consignado en el recurso que elevamos el 27 del próximo pasado, pidiéndole la suspensión del Sub Prefecto Manuel Romero, por su punible conducta en el ejercicio de sus funciones, y Segundo que ha nombrado Sub Prefecto interino al Sr. Don Joaquín Bernal quien por su buen juicio, tino, sagacidad y prudencia salvó al pueblo indefenso del conflicto promovido con mano armada por el citado sr. Romero y Don Catalina Miranda el mencionado día y que en adelante servirá de la mejor garantía para nuestra tranquilidad y la de nuestras familias, constantemente alterada por los escandalosos desvíos de de las personas referidas. Acordamos: Dar por medio de la presente acta las más expresivas y elocuentes gracias al citado señor Coronel Prefecto; por tan acertada y justa medida con la cual marchará esta ciudad y provincia toda, en la más completa tranquilidad, paz y orden afianzadas, por un buen representante, el que con su conocido patriotismo y ejercitado tino atenderá la marcha progresiva de la provincia desatendida tan largo tiempo, cumpliendo fielmente los deberes inherentes a tan honrosa y sagrada misión.

FIRMAN Francisco Javier Odiaga, José Carmen Apaéstegui, Aniceto Manosalva, Juan Manuel Gutierrez, Lisandro Galarreta, Diego Chico, Justiniano Novoa? Siguen firmas.

Bernal no sólo fue un digno representante del pueblo hualgayoquino, sino que fue un hombre de amplia catadura moral. Nombrado como sub Prefecto Interino, siempre se preocupó por el bienestar del pueblo en el que él había nacido, como lo manifiesta en la carta que dirige al Alcalde del Consejo Provincial el 4 de marzo de 1870.

CARTA DE DON JOAQUIN BERNAL ARANA DIRIGIDA AL SR. ALCALDE PROVINCIAL DE HUALGAYOC

"Es tanto el desaseo en que se hallan las calles de esta población que además de comprometer la salubridad pública, da muy mala idea de sus habitantes y autoridades superiores o transeúntes particulares que vienen a ella y aunque no es de mis atribuciones el cuidado de la baja policía, no me parece demás asegurar a Ud. Mi curso en ese sentido y en todo aquello que tienda a mejorar de algún modo el actual estado de esta capital y su provincia. Desde que me hice cargo de esta Sub. Prefectura, me he dirigido a Ud. En repetidas ocasiones ofreciéndole mi cooperación más decidida a favor del servicio público y llamando muy especialmente la atención de Ud. Y del consejo de su presidencia sobre el malísimo estado en que se encuentra la cárcel de esta ciudad. Como hasta hoy no he recibido sino simples recibos de mis comunicaciones oficiales, he procedido a componer dicha cárcel con mis fondos particulares; y en esta fecha me dirijo al Sr. Coronel Prefecto del Departamento haciéndole presente la absoluta desatendencia de esa corporación y de usted y de las medidas que he tomado; pues no ignora Ud. Que los reos de homicidio que se hallan en la mencionada cárcel, no reciben hace mucho tiempo el diario que designa la ley y que el Concejo debe ministrarlo, y que exasperados por su mísera y deplorable situación, es de temer su evasión que traerá fatales consecuencias para el vecindario y la moral pública, de los que sólo Ud. Y el Concejo serían responsables por haber desatendido sus indicaciones hechas oportunamente y por mirar con indiferencia su sagrada misión.

Dios Guarde a Ud.

Hualgayoc, marzo 16 de 1876

Joaquín Bernal


REPERCUSIÓN DEL DESCUBRIMIENTO DE HUALGAYOC EN LA VIDA NACIONAL .



La mina más antigua registrada en Hualgayoc sería "Nuestra señora Pilar de Zaragoza" Por José de Casanova, según lo refiere Joaquín R. Iturralde, sin embargo la explotación la habría iniciado Rodrigo Torres de Ocaña,

Las múltiples vetas y el buen porcentaje de plata contenido por las piedras metálicas, en la década del 70 del siglo XVIII determinó una especie de fiebre minera, el crecimiento de trabajadores en condiciones de sobreexplotación y opresión, el surgimiento de centros poblados tugurizados, un activo comercio, el estancamiento y hasta retroceso de la agricultura y ganadería lugareñas, entre otros factores anotados por el obispo Martínez de Compañón y Ramón Iturralde.

Aproximadamente a los 11 años del inicio de la explotación minera de Hualgayoc, el obispo de Trujillo Baltasar Martínez de Compañón, se preocupa por resolver los problemas de los trabajadores, así se deduce del acta firmada en chala con los 33 mineros de Hualgayoc, menos cinco (Posiblemente los más grandes residentes en Cajamarca).

De dicha acta se desprende lo siguiente:

El Traslado de los centros mineros de Micuypampa. Purgatorio y la Punta a la campiña de pencaspampa como modo de resolver las deprimentes condiciones de vida de la población minera. Este planteamiento no fue aceptado por cinco mineros, los más grandes residentes en Cajamarca.

La asignación de mil mitayos procedentes de Cajamarca para los trabajos mineros. Posteriormente Martínez de Compañón propuso establecer una estancia de colonos donde alternarían su actividad minera con la agrícola. El acta estableció una jornada de trabajo de sol a sol para los operarios de minas o ingenios, deduciéndose que los mineros hacían trabajar entre 15 y 18 horas diarias.


La minería progresó grandemente gracias al sistema implantado por el régimen español, dentro de él encontramos a la denominada mita, es decir el trabajo forzado de la población indígena. Justamente este sistema de trabajo fue lo que causó una de las mermas poblacionales más crueles de la historia. En 1551 fueron empadronados 8 millones de indígenas y a 1572, apenas 21 años de transcurrido el empadronamiento, sólo existía un millón de indígenas. Según describe José Modesto Vega, a principios del siglo XIX la situación de los minerales de Hualgayoc es la siguiente:

"El cerro San Fernando de Hualgayoc, abriga en su seno 18 vetas reales, conocidas y laboradas sin considerar las 26 vetas, cuya calidad y ley se desconocen; alude también que hay muchas ramificaciones que salen de vetas reales que abrazan el interior del cerro. Tiene este cerro como mil bocaminas y piquetes ya pesar de esta multitud se puede asegurar que no se ha hecho más que arañar por las pajas"

A continuación de este gran cerro sigue la pampa de San Ignacio. Su circunferencia ocupa una legua y su diámetro una cuarta parte.

Esta Pampa es una veta de plata en toda su extensión, sólo se ve y se pisan vetas de plata. Luego se toca con otra nombrada Pampa de Nava. (de) igual extensión (que la anterior), Con las mismas calidades y riquezas. Hay muchas bocaminas en una y otra pampa, que actualmente se trabajan y otras muchas abandonadas. A un cuarto de legua que se baja de pampa de Nava. Se encuentra la veta colorada (En explotación). A su derecha (está) el cerro de la Izquinidad, con tres bocaminas, hacia el este y a distancia de tres cuartos de legua, (continúa el) cerro Piedras Gordas, que todo es plata.

Bajando por la parte del Purgatorio se encuentran (n) las vetas pavonadas "Santo Cristo" (y) los negros (todos en explotación) Extendiéndose las vetas por zonas vecinas inclusive al otro lado del río LLaucano.

HUMBOLDT Y RAYMONDI EN HUALGAYOC

( ALEXANDER VON HUMBOLDT)
(ANTONIO RAYMONDY)
DOS PROMINENTES ESTUDIOSOS Y NATURALISTAS EN SUS VISITAS AL ASIENTO MINERO DE HUALGAYOC

La importancia que Hualgayoc tuvo como asiento minero, no sólo atrajo la atención de mineros inversionistas en tiempos de la colonia, sino que también centro la atención de importantes investigaciones científicas debido a la riqueza que en su naturaleza contenía, dentro de las expediciones más notables que a esta zona se realizaron existen dos que dejaron huella en las diferentes obras de estos estudiosos. Estas expediciones fueron la del sabio alemán Alexander Von Humboldt, quién visita Hualgayoc en setiembre de 1802 y la otra fue realizada por el italiano Don Antonio Raymondi, en 1859.

ALEXANDER VON HUMBOLDT EN HUALGAYOC

En los primeros días de setiembre de 1802 llegan Humbold y Bonpland a Hualgayoc ciudad a la que llaman él y los sabios europeos "Micuipampa" y que en 1856 sufrió un horroroso incendio que la destruyó casi por entero.

Los datos científicos sobre la calidad de los minerales, investigaciones geológicas y botánicas, constatación de alturas y temperaturas dentro y fuera de las minas, cuadros estadísticos del mineral de plata extraído, son de la mayor importancia, así como las observaciones socioeconómicas y humanas. De estas últimas cito algunos ejemplos

" La mina del Purgatorio tiene su nombre del calor que existe en su interior, que con respecto a la altura de la región, es considerable, pues alcanza 19º C. mientras la temperatura al aire libre fue de 5º. C. La mina de Hualgayoc ha producido entre 1774 y 1802 un total de 2.180 470 marcos de plata (50 toneladas)? Las rocas del cerro de Hualgayoc y de Fuentestina encierran gran cantidad de agua; pero en el Purgatorio reina por el contrario una sequía absoluta? Como por otra parte el termómetro al aire libre subió a sólo 0º C.. Los mineros que realizan los rudos trabajos sin vestidos, califican de sofocante el calor subterráneo del Purgatorio".

"El cerro argentífero de Hualgayoc, además de estar puesto al descubierto por los centenares de galerías que en todo sentido lo atraviesan, presentan también en su masa silicea grietas naturales por las que puede un observador colocado al pie de la montaña, percibir el azul del cielo, siempre azul oscuro en estos altos parajes" La singularidad del espectáculo se aumenta aún más con el sinnúmero de chozas y habitaciones que doquiera se muestra un pedazo de terreno llano, se ven suspendidos como nidos de pájaros, en las escarpadas laderas del cerro. Los mineros llevan la MENA o mineral en canastos por senderos donde se verifica la operación de almagamación.

En su monografía "La meseta de Cajamarca" el Barón de Humboldt, que en los primeros treinta años de laboreo, las minas que él entonces visitó, habían producido en Plata, otros tantos de millones de piastras. Tan considerable riqueza explica la simultánea prosperidad de toda la región, señaladamente la de su principal ciudad, (Cajamarca), en cuyas casas grandes había vajillas completas y muchos objetos de valioso metal, y donde el gremio de plateros era muy numeroso, destacado y competente, según pueden acreditarlo muchísimas obras de sus manos que aún se conservan dentro y fuera del lugar; obras con estilo propio y que, por lo distintas e inconfundibles son fácilmente clasificadas por los expertos.

"Utensilio doméstico manual, casi indispensable, llegó a ser en Cajamarca por esos tiempos el jarro de plata para el agua de beber. Ordinariamente era cilíndrico, de tamaño y capacidad medianos, bien bruñidos y sin otros adornos que un asa más o menos airosa. Algunas familias lo tenían individuales con sendas marcas grabadas, verdaderos jeroglíficos cuando los nobles se prestaban para esos alardes. Las gentes menos afortunadas poseían siquiera una para el uso general y solamente los pobres de solemnidad apagaban su sed en innobles cacharros"

Humboldt percibe una atmósfera de abandono y desalineo en el poblado y hace unas anotaciones al respecto. Ya en 1789 los cautelosos canónigos de Trujillo reconocían que los diezmos habían crecido con el descubrimiento de las minas de Hualgayoc, pero opinaban que por el justo y probable recelo de que no permanezcan o por lo menos vengan en decadencia las dichas minas de Hualgayoc, respecto del notorio desarreglo en que están desde sus principios y los desordenes que allí s experimentan. Por que en caso de subsistir las expresadas minas en la misma producción en que hoy están ( que lo dudan todos los inteligentes), no sólo por las razones que ha dicho, sino por otras naturales)?, (Informe reproducido en Monografía de la diócesis de Trujillo, TOMO III Trujillo 1931. P 180)

Humboldt coincide en gran parte con esas apreciaciones: "A pesar de la ignorancia increíble de sus trabajadores y de las diferencias de la anticuada amalgamación, rinden anualmente más o menos un millón de pesos"

"Se cree y con razón que bajo un gobierno más ilustrado, el cerro de Hualgayoc sería un segundo Potosí; Por que en efecto sus minerales son más ricos que los de Potosí mismo. En medio de estos bastos páramos, como en todas las ciudades del Perú habitadas por mineros, el aburrimiento arrastra a la clase más acomodada, pero que por eso no es siempre la más culta, a jugar sin medida a los naipes o a los dados. Riquezas rápidamente adquiridas se disipan con más rapidez aún".

Poco después se imprime en Lima, año de 1814, un opúsculo titulado "Historia compendiosa de la escandalosa oposición que ha sufrido por más de doce años don Pedro de Rojas y Briones, minero, en el Rl. De Hualgayoc, a causa de haber ofrecido hacer manifestación de un nuevo método de beneficiar los metales de oro y plata, ahorro de tiempo, gastos de azogue" (Impresos peruanos en 1800 a 1817 . Lima 1957. p 32-1 Vargas Ugarte)

Al proclamarse la independencia en una de las primeras reuniones en 1822 el diputado Antonio Rodríguez, para remediar la situación propuso que en atención a no haber en las minas de Hualgayoc un ministro que zele el abuso del comercio clandestino que se hace de la piña que se hace de dichos minerales, de lo que el citado recibe un notable perjuicio, pido. Que en el día se establezca una intervención nombrando para ella alguno de los empleados de la de Cajamarca, que con la asignación de un sobre sueldo y la respectiva fianza, esté a la responsabilidad de los abusos de este giro, organizando los demás sujetos a alcabala, que corren igual suerte en toda la extensión de aquel partido (Actas de los congresos del Perú desde el año de 1822. Tomo I. lima 1928. P. 135 6 )

ANTONIO RAIMONDI EN SU VISITA AL MINERAL HUALGAYOC


El célebre naturalista italiano Antonio Raymondi realizó su primera visita a Cajamarca en 1859 y en su libreta de campo número 12 que concluye el 31 de mayo, narra los hallazgos y descubrimientos que realiza en el afamado asiento minero de Hualgayoc, conocido también como Mineral Hualgayoc. Raymondi en su crónica refiere: "Al salir de Cajamarca con rumbo al norte se atraviesa la pampa y se sube una cuesta de conglomerado traquítico, denominado en la región cantería, llegando casi a la cumbre, el punto más elevado del camino, se nota a la derecha muchos escombros y algunas bocaminas trabajadas por los antiguos peruanos en una roca cuarzosa, porosa. A estas minas se las conoce con el nombre de Carachugo y sus socavones son muy largos y rudimentariamente trabajados. La roca cuarzosa por extraña, parece haber sido modificada por el contacto de otra volcánica. El mineral que se trabaja era el oro".

Por el punto más elevado del camino pasa una acequia construida por un señor de apellido Salcedo, para conducir agua hasta la costa.

Luego se pasa a una formación calcárea. Un poco más allá se observa nuevamente al conglomerado traquítico formando varias columnas y figuras caprichosas; entre las cuales destacan tres grandes piedras, que los lugareños llaman los frailes, debido a que sus formas ofrecen semejanza con aquellos. Pasado esto, se nota un terreno inclinado cubierto por una capa de piedra entre mantos de arcilla. En seguida se baja para entrar a la hacienda de Yanacancha, la vegetación no es muy variada, al salir de Cajamarca, se observa las plantas de los alrededores de esta ciudad como son una gran cantidad de pencas, escorzonera, algunos saúcos, chilco, salvia, papa, unas ciclanthera llamada pega pega y que cubre la mayor parte de los arbustos.

Subiendo la cuesta van apareciendo poco a poco Gencianas de flores coloradas y otras de flores blancas con estrías moradas en su parte exterior, después muchos Alisos, arbustos de Chuquil, alguna Salvia Real, otra gramínea, muchas compuestas de flores amarillas, etc. Bajando a Yana cancha aparecen pocas plantas y, en los alrededores de la hacienda se notan algunos árboles de Saúco, arbustos de Chuquil y Crataegus, gramíneas, Chinchango o Chinchagual.

De Yanacancha a Hualgayoc hay como cuatro leguas. Al salir de Yanacancha se baja el río del mismo nombre, el que más abajo, reuniéndose con otros riachuelos forma el río Llaucán. Se pasa este por un puente en un punto llamado Los Trapiches de Villanueva; perteneciente a la hacienda ya citada. En este lugar se nota varias casas de regular construcción. Subiendo al otro lado, una cuesta no muy larga se llega a una nueva hacienda llamada Yanacanchilla, pasada la cual se baja al río del mismo nombre para nuevamente subir, por el otro lado, hasta el punto culminante, por donde pasa en caprichosa forma el rico cerro de Hualgayoc.

En la subida a Hualgayoc, se nota todavía Chuquil, Crataegus y aparece el Quinual, alguna Rhexia Hediotis, Calceolaria, etc. Ya en Hualgayoc se ve pega pega y tabaco andino. Hualgayoc es un pueblo con más de 400 habitantes fuera de los que viven en los alrededores, las facciones de los naturales son regulares, principalmente en los niños y su color es blanco.

Pagan a los trabajadores tres reales diarios sin comida. Por combustible tienen la leña que traen de Chugur, distante cuatro leguas; a esta la compran por cargas, valiendo la de una bestia cuatro reales y la venden por haces de arroba o arroba y media que valen un real cada uno.

El carbón, en pequeños fardos envueltos en paja y equivalentes a la mitad de lo que venden en dos reales en Cajamarca, lo expenden a medio el fardo. El carbón de los terrenos de Yana cancha puesto en hualgayoc vale tres reales el quintal. La carga de diez arrobas y diez libras de sal cuesta 8 pesos y el agua que sirve a la población viene de un arroyo llamado La doncella.

Raymondi describe al cerro Hualgayoc de la siguiente manera: De las combas de sus cerros y de sus cumbres bajan multitud de caminitos formadas por tierras metaloides de diversos tintes que conducen a vetas cupríferas, las rosadas o rojizas; café oscuro o chocolate a yacimientos auríferos, los argentados a minas de plata, las plomizas a las de manganeso, predicando la codicia humana por el intrínseco valor que representaban y el regocijo por su belleza ambiental, también escribió entre sus apuntes una relación de las visitas realizadas a las principales minas de Hualgayoc, a las que calificó como Búcaro de plata en atención a la predominancia de este metal precioso en las entrañas de sus yacimientos:

MINA REY.
Sus minerales son pavonados y rocicler, pertenece a don Juan Salque y a don Manuel Galarreta.

MINA SAN ISIDRO.
Un poco más elevada que la del Rey, pertenece a don Manuel Galarreta. Sus minerales principales son panizos y algo pavonados con pintas de rocicler.

MINA ARANZUZO.
Perteneciente a don francisco Xavier y a doña María Arana, queda más arriba que las anteriores. Sus minerales son panizos y pacos.

MINA DE SAN FRANCISCO.
De propiedad de don José María Velarde, se encuentra ya situada en los farallones y cerca de esta la roca se halla perforada y forma lo que se llama ventanillas de Hualgayoc. Sus minerales son Panizos.

MINA DEL PILAR.
Todavía más arriba que la anterior, se encuentra esta mina más elevada que todas y fue la `primera que se descubrió por cuya razón se llama también La Descubridora. Y ha sido trabajada a tajo abierto.

SOCAVON REAL O DE ESPINACH.
Su dueño inicial fue Vicente Espinach, quien invirtió tantos esfuerzos y dinero; pero sin obtener los resultados esperados. Posteriormente fue objeto de mucho trabajo, este asiento tenía ocho metros de ancho y más de quinientos de largo.


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Jaime Abanto Padilla, Poeta Hualgayoquino (1973). Ha publicado Huellas De Soledad 1991 Ausencia Santa 1992 Ha sido publicado en cuatro antologías nacionales, tres de poesía y una de narrativa. En el 2005 fue publicado junto a renombrados poetas peruanos en Poesía Viva, Antología de la poesía Peruana libro publicado por la Universidad de Guadalajara, México, en el marco de la décimo novena Feria Internacional del Libro en México. Miembro fundador de la APECAJ (Asociación de poetas y escritores de Cajamarca), es miembro de La casa del Poeta del Perú y cofundador de El Patio Azul. Varios libros inéditos. Varios premios. Ha participado en varios encuentros internacionales de poesía. Escribe para diferentes periódicos y revistas locales y nacionales. Editor de El Patio Azul Informativo Virtual. En el 2006 fue condecorado con el premio KUNTURWASI, otorgado por el Instituto Nacional de Cultura. Poemas suyos aparecen en Voces Revista española. Es director de la revista de informática Data New´s. Actualmente dirige la página cultural que aparece diariamente en el periódico oficial Panorama y ha sido nombrado como Delegado Cultural por la provincia de Hualgayoc por el Instituto Nacional de Cultura del Perú. Dirige los blogs literarios de: www.balconinterior.blogspot.com www.patioazul.blogspot.com www.jaimeabantopadilla.blogspot.com www.apecaj.blogspot.com

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Mujer de la campiña hualgayoquina, antes de partir a su lugar de origen.
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Campo deportivo, al fondlo "La Boggio" propiedad de don Eloy Santolalla Bernal, nieto de Joaquín Bernal. El año 2004 los herederos de la familia Santolalla donaron la propiedad y terrenos adyacentes a la Municipalidad de Hualgayoc.

Antigua "Calle de los Hornos"
Cerro María, majestuoso cerro en cuyas faldas se encuentra el paraje de "Mesa de Plata"